
En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre;
marchitará la rosa el viento helado.
Todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
4 comentarios:
Rafa, bonito Soneto!!, me suena de algo...jejeje
Un saludo
INÉS!!!=)....Muchas gracias!!=)
Sí, a mí también me suena ligeramente...
Rafa, sabes que Garcilaso es mi punto débil (aunque este soneto no sea de mis favoritos). Gracias por traerlo.
Ajá!!!jeje...me voy a hartar de escribir sobre Garcilaso en tu honor, Blanca.=)
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